lunes, junio 29, 2009

POLÍTICA O FALSA CONCIENCIA.

POLÍTICA O FALSA CONCIENCIA.

En un comentario colgado se me acuso de subjetivo, y sí… es mi específica interpretación basada en la experiencia en el tema o el ángulo de visión que me apropie, esa es mi verdad subjetiva, que por tal no deja de ser verdad, es mi “reacción” contra la objetividad, “la negación de lo pensado en beneficio del saber” o lo que Hegel llamo la “libertad abstracta”. Abordaba el tema de la política como ciencia (¿) separada de la praxis, o la no puesta en practica del conocimiento probablemente ideológico en este asunto, o el peor o más inmoral de los casos, cuando se esgrime esa ideología a manera de espejismo para engañar concientemente en la búsqueda de poder o enriquecimiento personal, se pueden hacer analogías o comparaciones de esta característica política con posiciones de la intelectualidad, de la literatura y el arte, entendiendo el arte y la literatura cómo la estética operativa, desde la teoría Kantiana de que la belleza es el símbolo de la moralidad y su característica es estar determinada por si mismo, por los sentidos y a estos no es posible aplicar el termino de libertad, pero si el de la capacidad sensible y de racionalidad, vértice donde confluyen estética e ideal, derivado en conocimiento o bien llamado por Hegel “presupuesto existencial” donde ya no se trata del pensar, sino de la manera.
Y volviendo al tema político desde mi subjetividad argumentada, pero desde un ángulo antropológico paseándonos por la subjetividad practica de Epicúreo el de “la filosofía como sabiduría existencial y no como sistema”, o de la Feurbachiana donde es fútil todo pensamiento desvinculado de su situación histórica, ya que ni la inteligencia privilegiada de Marx pudo articularlo con un significado diferente, así cómo aborda junto a Engels la idea de “falsa conciencia” sin hacer un análisis de “conciencia”, porque si existe una “falsa conciencia” debe haber una “conciencia cierta” y eso implica la idea de la mera “conciencia”, Marx expone cómo contraría a la “falsa conciencia” el conocimiento de la clase obrera, de su rol de clase revolucionaría capaz de modificar las relaciones de producción y la historia misma, todo este análisis es realizado en el “laboratorio” de una Inglaterra y una Alemania neoindustrial burguesa de condiciones especificas y trasladar este “procedimiento” a una sociedad completamente feudal cómo la rusa demostró que esa clase universal más allá de la teoría ideológica no existe y enuncio la conciliación entre lo racional y lo real que planteo Hegel, más allá de la experiencia rusa, todas los ensayos de aplicar la idea Marxista en una sociedad, independientemente de las revisiones Leninistas, Maoistas, Fidelistas o Bolivarianas, desembocan en colectivismo burocrático con invariable culto a la personalidad del líder generalmente bocón y picapleitos, restricción de libertades democráticas y apartheid de la disidencia.
Esa “conciencia cierta” contraria a la “falsa conciencia” Marxista, de conocimiento de su rol de clases, de los obreros venezolanos están muy lejos de tenerla, las condiciones climáticas parecidas entre Inglaterra, Alemania y la Rusia donde los cruentos inviernos dan una enseñanza congénita de trabajar para preveer, ahorrar comida, combustible, etc. a riesgo de perecer victima de los elementos y ese conocimiento antecede, prepara la idea básica de la organización social y aun así el burocratismo les birlo ese “rol histórico” y de las cenizas de ese colectivismo surgió un capitalismo bárbaro e inhumano que no respeta la dignidad individual, una especie de simbiosis entre lo más oscuro de dos sistemas antagónicos. Esa “conciencia cierta” popular y revolucionaría venezolana y caribeña es ligeramente percibida cómo fuerza pero de forma inversa y sabemos que al despejar una función a la inversa esa fuerza independiente se hará dependiente, fuerza dependiente o clientelar que no sabe de inviernos cruentos, que lleva grabado en los genes el provisionalismo de los conquistadores bandidos. Analicemos un ejemplo: la urbanización 23 de enero en Caracas, construida en las postrimerías de los años cincuenta por la dictadura perezjimenista, diseñada con el más alto concepto de urbanismo por el insigne venezolano Carlos Raúl Villanueva que entre otras obras diseño: el museo de bellas artes, la ciudad universitaria, UCV, su reloj insignia, el aula magna, el hotel jardín de Maracay, sede actual de la gobernación de Aragua entre otros, esa urbanización originalmente nombrada 2 de diciembre fue invadida a la caída del dictador y se logra entender esa fuerza popular y la conquista y se hace admirable la capacidad organizativa que logra este conjunto urbano denostado por ideologías trasnochadas que lo llevan a clientelar la fuerza, haciéndola dependiente, incapaces, amarrados a la promesa del politiquero de oficio que jura que esta vez si le arreglaran los ascensores que se murieron hace veinte años y que los hacen subir las escaleras de doce pisos cada día, o los bajantes de basura podridos hace treinta años y que los “hace” lanzar la basura por las ventanas de su propio apartamento, ¿que ideología renovada o no será capaz de organizar una clase “históricamente destinada” a la toma del poder sino es capaz de organizar la comunidad donde vive para pintar los hogares donde habitan y mantener aseados los edificios donde hacen su vida?
Ángel Rivero
Junio 29, 2009

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