martes, diciembre 16, 2008

Llueve una quimera en la noche que te espero, la basura obstruye los drenajes y los riachuelos rebeldes donde navegábamos barquitos de papel se quedaron sin cauce, se regó luego se estanco la humedad divina que te maravillaba y ahora es salpicada por los autos a los transeúntes, mañana lo que queda y lo ido en las latonerías estará convertida en lodo y oreada por ese sol que no te aprecia.
Llueve allá, llueve aquí, es el mismo cielo, diferentes las sábanas y hay monocromia en la esperanza porque es distinto el calor que ellas embargan.
Llueve, llueve, veté, vuelve, escampa.
El paraguas no es una herramienta valida, pies descalzos o sandalias altas cual gacela en desbandada que incita a la caza, es reto, guerra y armisticio el ritmo de tu falda.
Enero 21, 2008

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